El láser de diodo se utiliza para eliminar las bacterias que se acumulan en las bolsas periodontales, permitiendo una desinfección profunda. Además, ayuda a eliminar el tejido inflamado sin dañar las encías sanas, favoreciendo la cicatrización y regeneración del tejido gingival.

Este láser permite realizar procedimientos como la frenectomía (eliminación del frenillo labial o lingual) y la extirpación de pequeños fibromas o lesiones, con una precisión milimétrica y sin necesidad de puntos de sutura, lo que acelera la recuperación.

Aplicado en la superficie dental, el láser de diodo puede reducir la sensibilidad en dientes con exposición radicular o esmalte desgastado, bloqueando los estímulos que provocan dolor ante el frío, calor o alimentos ácidos.

Utilizado en combinación con agentes blanqueadores específicos, el láser de diodo acelera el proceso de aclarado dental, consiguiendo resultados visibles en una sola sesión y reduciendo la sensibilidad post-tratamiento.

La luz láser actúa sobre las lesiones bucales, disminuyendo la inflamación, aliviando el dolor y acelerando la cicatrización sin necesidad de medicación tópica adicional.